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Observatorio de Conflictos Ambientales
La herramienta principal que aportamos en esta discusión es la plataforma interactiva, que contiene información detallada de diversos conflictos ambientales colombianos, y que está disponible en línea para ser consultada, utilizada y enriquecida, por los diferentes actores interesados. En esta plataforma existe un fuerte componente cartográfico, que busca espacializar los conflictos y en la medida en que sea posible, medir su intensidad a través del tiempo.
Con la profundización del modelo extractivo, el surgimiento de nuevos nichos de mercado y la ampliación de la frontera económica hacia territorios ajenos a sus dinámicas, se asiste a la multiplicación de los conflictos ambientales, los cuales se han vuelto objeto de interés social, institucional e investigativo, ya sea para su prevención, transformación positiva o puesta en escena de alternativas frente al modelo económico que los genera o intensifica.
Considerando lo anterior y bajo el liderazgo de la Profesora María del Rosario Rojas Robles, junto con varios estudiantes y egresados del Programa de Maestría en Medio Ambiente y Desarrollo, se empieza a gestar –hacia el año 2014– el Observatorio, como un espacio dentro del Instituto de Estudios Ambientales (IDEA), en el que se recopila, sistematiza, analiza y visibiliza información sobre Conflictos Ambientales, como un aporte para generar espacios de diálogo, investigación, extensión y docencia en la materia.
A esta iniciativa se fueron sumando colaboradores e investigadores de otros ámbitos sociales y académicos, cuyas contribuciones han sido determinantes teniendo que en cuenta que los miembros del OCA trabajan, en gran parte, de manera voluntaria. De este modo, se ha venido configurando un equipo interdisciplinario que ha logrado consolidar metodologías propias de investigación, de las cuales surgen elaboraciones académicas y divulgativas que procuran brindar insumos pertinentes al servicio de la defensa de los territorios y de los procesos de transformación desde la perspectiva de la sustentabilidad.
En ese sentido, destaca la Plataforma Interactiva como la principal herramienta del Observatorio, en la que se dispone información detallada sobre diversos conflictos ambientales colombianos, apostando por su espacialización y el establecimiento de relaciones entre actores que permitan entender sus dinámicas, intereses y roles diferenciados en el desarrollo de tales conflictos. Lo anterior busca cualificar los escenarios de participación y diálogo de los actores en disputa, con miras a facilitar el acceso y consulta de información que contribuya a fortalecer su capacidad para fiscalizar, concertar, decidir y gestionar conjuntamente los territorios en los que habitan o tienen presencia.
Partiendo de reconocer la importancia de la pluralidad de enfoques al momento de abordar temas complejos, el Observatorio recoge diversos acercamientos epistemológicos y conceptuales que pueden reunirse en tres grandes ejes: el Pensamiento Ambiental, la Ecología Política y la Economía Ecológica. Estos son ejes orientadores que no excluyen otros aportes analíticos, cuya incorporación contribuya al entendimiento y gestión de los conflictos ambientales.
Respecto al primer eje, se reconoce la relación entre los ecosistemas y las sociedades, la cual refleja interdependencias y flujos de doble vía que condicionan la estabilidad de ambas esferas. Conviene anotar que la sociedad se encuentra atravesada por relaciones de poder, las cuales incidirán en la forma en que la misma se apropia de la funcionalidad ecosistémica y distribuye las cargas contaminantes entre sus asociados: frente a ello, la Ecología Política brinda elementos para analizar las condiciones en que dicha apropiación y distribución tiene lugar, lo cual refleja asimetrías que configuran escenarios de injusticia ambiental derivados del modelo económico predominante.
Por último, los aportes de la Economía Ecológica permiten comprender la incidencia de las distintas fases de las cadenas productivas para el procesamiento y transformación de materias primas (commodity chains) en el surgimiento de conflictividades ambientales por la extracción, transporte y disposición de residuos. Dichas fases suponen un flujo material y energético que revela desigualdades entre distintas escalas espaciales y temporales del territorio, induciendo cambios en las relaciones entre los actores involucrados en cada una de ellas, al tiempo que compromete visiones diferenciadas frente al ideal que se tiene para la gestión del territorio.
Los ejes enunciados se integran bajo la categoría de TERRITORIO, la cual debe asumirse como una categoría emergente de la condición ambiental (ecosistema-cultura) que es multidimensional, multiescalar (tiempo-espacio), multi-actor y altamente compleja. En tal dirección, los conflictos ambientales son un tipo de conflicto social relacionado con controversias frente al acceso, calidad, cantidad y gestión de los recursos que provee el entorno natural, así como la distribución de las cargas contaminantes que surjan con ocasión de los modos de apropiarse de la funcionalidad ecosistémica. Cabe destacar que este tipo de conflictos tiene lugar en el ámbito público y reflejan distintas visiones e intereses sobre el territorio.
A diferencia de las problemáticas ambientales, entendidas como efectos, impactos o contradicciones en los ecosistemas que se derivan de las actividades humanas, los conflictos ambientales (CA) presuponen el posicionamiento o controversia entre los actores involucrados en la problemática, sean estos generadores o afectados. En ese sentido, son dinámicos en el tiempo, como lo son las percepciones y estrategias que despliegan los actores, quienes pueden ser partícipes de su prevención o transformación positiva en la medida en que se propicien espacios de participación efectiva, tendientes a la comprensión profunda de las causas que originan o escalonan el conflicto. Esto con miras a construir acuerdos inclusivos de gobernanza para la toma conjunta de decisiones en la gestión territorial, desde los principios de equidad y oportunidad.
De este modo, se asumen los conflictos ambientales como oportunidades para lograr ajustes en el orden social vigente, que aporten a la transformación de la sociedad y sus instituciones, en procura de la construcción del territorio desde la perspectiva de la sustentabilidad y como potenciales de transformación sociocultural, política, económica y simbólica.
Conjunto de interacciones diversas y complejas entre la cultura y los ecosistemas, es decir, entre las sociedades humanas y los entornos naturales con los que interactúan y de los cuales dependen.
Categoría emergente de la condición ambiental que es multidimensional, multiescalar (tiempo-espacio), multi-actor y altamente compleja. En ese sentido, va más allá de lo espacial y de las delimitaciones político-administrativas, para comprender –en su lugar– las relaciones entre los ecosistemas y la cultura, así como las distintas identidades y subjetividades de los actores que lo gestionan.
Los actores que habitan o gestionan el territorio tienen diversas formas de apropiarlo física y simbólicamente, las cuales están condicionadas por las relaciones de poder presentes en su interior. Dichas relaciones explican el surgimiento de choques, diferencias o puntos de encuentro entre esas formas de habitar o gestionar, reflejando acciones y estrategias de territorialización particulares que reflejan la historia, las visiones y expectativas de cada actor frente a ese espacio compartido.